miércoles, 9 de enero de 2008

Del Clap, Los Tiki Phantoms y Los Ramones

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Hace poco tuve la fortuna de asistir a un inmenso miniconcierto, el de los barceloneses Los Tiki Phantoms con su irresistible surfinstrumental que hace revivir a un muerto (y nunca mejor dicho). Mini por las reducidas medidas del local, el Clap de arriba, y por el escaso público asistente (normal, ¿quien va a salir un frío jueves de diciembre? pudiendo estar en casa lobotomizado por la tv, ehem), pero inmenso por la calidad de su música y por la entrega y el desparpajo natural del público. La verdad es que noté algo diferente, acostumbrada como estoy a la frialdad de la audiencia de Barcelona, ¿se notará algo lo de que es comarca? Ya tenía ganas yo de pisar esa 'mítica' sala de Mataró, y fue toda una gratísima sorpresa (ojalá pudiera dejar de repetir estereotipos verbales, I hate myself). Tocaron genial sus temas propios y las versiones, entre las que recuerdo estaba I wanna be sedated de los Ramones, que subió aún más el estado de ánimo ya alto. Bonito.

Y esto me lleva directamente a re-re-re-re-re-...-recuperar a los Ramones (es que alguna vez los he dejado?) y a rebuscar entre los cassettes (joer, que antiguo) para meter uno en el coche, y a poner en mi habitación el segundo CD de la antología. Sí, el segundo porque tiene canciones que no me las archisé, como The KKK took my baby away! Bueno, por seguir con los clichés, "nunca te irás a la cama sin aprender algo nuevo." Y de ahí a ponerme a bailotear y a pensar en que sería una estupéndisima idea poner a los Ramones a toda castaña por las mañanas para hacer aerobic (o batuka o cualquiera que sea la moda actual). Ya me imagino con mallas (vuelven los 80, ¿no?) y venga saltar y bailar a ritmo de Sheena is a punk rocker, California Sun, Do yo wanna dance o cualquier otra de sus mil joyas anfetamínicas.

¿Queda cutre como propósito de año nuevo?